En enero de 2022, la situación sanitaria se deterioró nuevamente en Francia y se tomaron nuevas medidas para hacer frente a la propagación de la variante Omicron (incluido el uso del teletrabajo durante un mínimo de tres días a la semana y la restauración de gálibos para grandes eventos). La ocupación hotelera en Francia continental se ve afectada por estas restricciones, siendo el turismo profesional especialmente importante en esta época del año.
Si bien la asistencia se recuperó bien durante la segunda mitad de 2021, la industria hotelera de Gironda no es inmune a este declive general. Aunque es menos significativa que durante olas anteriores de la pandemia, la caída en la asistencia alcanzó el 25 % en comparación con enero de 2019 (vs -28 % a nivel nacional).