El estuario más grande de Europa está jalonado por los movimientos del agua, agua salada que remonta el río en marea alta, agua dulce que aprovecha la marea baja para llegar al océano. Este movimiento regular de las aguas hace de la Gironda un universo fluctuante donde las islas van y vienen, donde los límites entre la tierra y el agua son a veces indistintos, donde los paisajes sorprenden constantemente: acantilados y colinas en la margen derecha, terrazas en la margen izquierda donde los viñedos de Medoc.
El estuario de la Gironda es una inmensa extensión de agua, nacida del encuentro, en el Bec d'Ambès, entre el Garona y la Dordoña.
Su entorno natural, su ecosistema, su historia lo convierten en un universo único que influye en actores y paisajes por lo demás muy diversos. Esta influencia se siente hasta Burdeos en el Garona y Libourne en la Dordoña.
La Gironda en barco